En este momento estás viendo Aprende cómo superar el miedo al cambio

Vivir nos ofrece movimiento constate, la mayoría del tiempo en direcciones desconocidas. Lo cierto es que todo es cíclico, nada es permanente, todo e incluso lo que parece inamovible puede cambiar en un lapso de tiempo determinado.

En ciertas etapas de la vida, nos sentimos más vulnerables al cambio. Esto ocurre por el temor que genera lo nuevo, lo desconocido. No se sabe que esperar. Nuestra mente suele navegar en las profundidades de los temores más arraigados, causando ansiedad por el futuro desconocido.

Se acostumbra a que las cosas ocurran de una manera, a tener el control, a saber que esperar. Claro, todos queremos tener un grado de certeza para sentirnos seguros.

Pero el asunto se complica, cuando una serie de circunstancias te exigen hacer un cambio que no estaba dentro de tus planes o este llega de manera sorpresiva.

Sea cual sea la situación o circunstancia. El problema nunca es el cambio, el inconveniente es la actitud que se toma frente a este.

Una actitud de fuerte resistencia, genera fricción e impide ver las oportunidades positivas que se pueden obtener.

Una actitud más abierta frente al cambio, puede ahorrar mucho tiempo en frustración y preocupación.

Primero necesitas identificar las razones de este comportamiento.

Algunas razones de resistencia al cambio:

  1. Se encuentra en una zona de confort.
  2. Falta motivaciones.
  3. Esfuerzo y riesgo que no se desea asumir.
  4. Miedo a perder lo que se tiene.

Pueden existir muchas razones de resistencia dependiendo de cada persona. Por supuesto, no se pretende cambiar para perder todo lo bueno o positivo que se ha construido hasta ahora. En lo que te debes enfocar es en asumir que la vida es cíclica y superar el temor infundado al inicio y la terminación de los acontecimientos que se presenten.

Pregúntate de forma exacta y puntual:

¿Qué es lo que me hace sentir temor al cambio?

¿De qué forma reacciono a lo nuevo?

Recuerda situaciones anteriores en las que tuviste que tomar decisiones que te llevarían hacia otro rumbo. Y respóndete:

¿Qué oporto aquello a mi vida?

¿Cómo te sientes ahora, mirando desde el presente?

¿Tus miedos en ese momento eran fundados?

Las respuestas que obtengas te harán tener una idea más clara de tu patrón de comportamiento frente al cambio.

Reacción al cambio

Existen cambios previstos e imprevistos. Cualquiera que se presente no es problema.

La clave dicha anteriormente, es la forma en cómo se asume o se gestiona el cambio. La actitud de respuesta frente a este.

Podemos reaccionar de forma positiva, si el cambio implica algún beneficio. Si es por un aumento de sueldo o empezaste una relación con la persona que te gusta o quizás ganaste algún dinero inesperado. Cuando el cambio cumple con las expectativas deseadas, es fabuloso, lo llamamos cambio positivo.

Pero ¿Cómo? se reacciona cuando el cambio según nuestro criterio no es beneficioso y trae consigo alguna situación no deseada. Como por ejemplo: pérdida del trabajo o de algún ser querido o dinero invertido que no dio los resultados esperados. Es allí cuando se manifiesta una reacción negativa y de rechazo.

Cambiar el formato de respuesta

Cambio                  vs          Reacción

Beneficioso             ↔         Positiva

No Beneficioso      ↔         Negativa

La intención es cambiar el patrón de respuesta (reacción negativa) ante el cambio percibido como no beneficioso. Anulando el factor limitante negativo.

Teniendo así:

Cambio               vs         Reacción

Beneficioso          ↔         Positiva 

No Beneficioso     ⁄           Negativa

Así cualquier cambio percibido como beneficioso o no tendrá la misma reacción positiva en nosotros. Pero ¿cómo se logra esto?

Primero teniendo en cuenta que la reacción negativa:

  1. No aporta ninguna solución.
  2. Es una pérdida de tiempo y energía.
  3. Causa emociones de baja frecuencia.
  4. Complica más la situación.
  5. Lleva a un estado de no entendimiento y falta raciocinio.

Segundo, sabiendo que en realidad no existen cambios beneficiosos o no beneficiosos, solo son cambios. Es tu filtro personal y perspectiva lo que hace que lo veas de una forma determinada. Si siempre tu forma de reacción es positiva, cada cambio en tu vida será positivo. Puedes practicarlo en tu día a día. Ponte el reto hoy mismo de reaccionar de manera positiva ante una situación determinada que no te agrade. Date la oportunidad de hacerlo.

Tipos de cambios

Hay dos tipos de cambios que se pueden llegar a experimentar.

Cambios conscientes: surgen de forma voluntaria, por la necesidad de crecimiento personal o de algún aspecto específico en la vida. Generalmente este tipo de cambios nos lleva al alcance de objetivos planteados. Se tiene menos incertidumbre y más control.

Cambios inconscientes: son lo que se experimentan cuando el nivel de consciencia es menor, son más impulsivos y suelen causar una especie de lucha interna. En este tipo de cambio, no ha pasado por un proceso de transformación lo cual implica que es un tanto superficial y no es duradero. Es como aquel fumador excesivo que promete a su familia dejar de fumar, lo logra por poco tiempo y después vuelve a caer en el mismo patrón.

Conclusión

Piensa en cada cosa que ha pasado a lo largo de tu vida para estar en la etapa o el lugar en que estas. Piensa en todas los cambios que has experimentado. En las experiencias que han construido tu carácter y determinación.

Sin duda no eres el mismo o misma de hace unos años, ni siquiera eres el mismo que cuando empezaste a leer este post. Miles de células nacen y mueren cada instante, cada tejido es reconstruido y así en un lapso de siete años tenemos un cuerpo totalmente nuevo.

Sabiendo esto, puedes darte cuenta que la vida sabe lo que hace y aunque no estés consciente de todo lo que ocurre, si estás aquí es por alguna razón y no debes temer ni luchar.

Todos los días se aprenden nuevas cosas, todos los días te reinventas y creces. La vida es cambio continuo, por tanto cuando se resiste al cambio, se lucha contra vida. Esta variable siempre es permanente.

Lo importante es la buena gestión y manejo que se le dé a los nuevos retos. Puedes trasformar cualquier situación, puedes cambiar la perspectiva de cómo ves el cambio y acertar en cómo controlar y disminuir el riesgo que ves implícito en este.

¡Confía en tus capacidades para ver lo positivo de cada situación!

Recuerda esta maravillosa frase de Charles Darwin.

 

Si te gusto este post compártelo, quizás pueda ser de utilidad para alguien más.

Luz, Paz y Amor. 

Tatiana C.

Life & Leadership Coach

Deja una respuesta