Siempre he solido pensar que la muerte no existe, más bien la percibo como una tipo de mudanza o trascendencia a un plano superior, al plano del espíritu donde todo es lo que es.

Cada palabra aquí compartida viene desde un lugar muy profundo en mi y en este post como de costumbre lo hago, pero con un toque mucho más personal. He traído este tema porque es algo que estoy viviendo ahora mismo y mi filosofía de vida me empuja a reflexionar para extraer lo mejor de cada acontecimiento que ocurre en mí andar por camino de la vida, por más difícil que sea. También con el anhelo de que pueda servirle a alguien más.

Las horas criticas

Cuando llegan acontecimientos como la pérdida de un ser querido, sin duda pasamos por horas y días muy amargos, el intenso dolor que se experimenta está lejos de ser algo para lo que estemos preparados.

Empezamos quizás a cuestionarnos diferentes cosas que pudimos hacer mejor, momentos que pudimos aprovechar más que por diversas causas no hicimos y por supuesto con esa sopa emocional es fácil caer en depresión y sentimientos de culpa.

No es sencillo lidiar con el vacío en el corazón que sientes que ha dejado esa persona, mientras te enfrentas al reto constante de aprender a vivir sin su presencia física, extrañando aún más cada detalle de su personalidad.

La luz de la compresión

No creo que reprimir, ni sumergirte totalmente en el dolor por la pérdida sea la solución. Es algo que todos en algún momento de la vida experimentaremos; pero, si lo que quieres es hacerlo más llevadero, te aconsejo no participar en la película mental del hubiese, bombardeándote constantemente con posibilidades que nunca fueron y que ya no serán, no importa lo que hagas ya no se pueden cambiar. Seguir haciéndolo nos pone en un callejón sin salida, es auto-tortura. Pregúntate si tu ser querido estaría a gusto con ello.

Si, lo sé, es doloroso, tanto que te quita el aliento, que te dejar sin fuerzas, sin motivación, sin la energía que consideras para seguir. Pero ¿Que podemos humanamente hacer para cambiarla esa parte intrínseca de la vida? Nada verdad, al nacer esa fue la condición, estemos de acuerdo o no, así es como funciona esta experiencia material pasajera, dada por ciclos. Nada es permanente, la materia adquiere diferentes formas que van transformándose periódicamente.

Solo ten en cuenta que lo que da la vida, no tiene nada que ver con la materia, esta viene de otro plano. Cuando aquella energía que permitía la vida ya no se encuentra dentro cuerpo, no significa que lo que amamos de esa persona dejo de existir, solo significa que ya no hace parte de la materia, ahora está más allá de ella. Nuestro único problema es que no podemos percibirla a través de nuestros sentidos físicos, por ello se genera la sensación de pérdida. Pero ¡Nunca estuvimos más equivocados!

El encuentro hacia tu paz

Solo vemos una parte de lo que se podría decir que es toda la realidad en conjunto. Así que quiero que por favor tengas la certeza de que desde algún lugar, ese ser tan importante te observa lleno de paz y con el amor incondicional que jamás siquiera pudieses imaginar. Atrévete a recibir ese amor de la misma manera, sin reproches, sin sentimientos de culpa, sin apegos emocionales, sin dolor, que nada sea un impedimento para que su amor y tuyo viajen a través de cualquier distancia o tiempo. Es lo más significativo e importante que podemos hacer por esta persona y también por nosotros mismos.

Lleve el tiempo que lleve, es necesario seguir, sanar y estar bien anímicamente, porque aunque suene difícil, nuestra experiencia por este plano continua y con certeza es de esta manera como los que ya no están lo anhelan. Seguir es una necesidad, acto de amor hacia ti y hacia las demás personas a tu alrededor que tanto te aman y necesitan.

Se valiente, fuerte, intenta mantener tu mente positiva y llena de los mejores recuerdos, que el día menos esperado veras como el dolor se ha transformado en paz.

Padre,

feliz viaje mi gran amor.

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Luz, Paz y Amor.