Todos sabemos la importancia que desempeñan las habilidades de comunicación en nuestra vida. Hoy vamos a enfocarnos en el arte de saber escuchar. Ya decía el filósofo griego Epiteto “La naturaleza nos dio dos ojos, dos orejas y una boca para que pudiéramos observar y escuchar el doble de lo que hablamos”. Básicamente esta frase resume lo que es la escucha activa.
Este término es empleado para hacer referencia a escuchar de una forma más efectiva. Esto incluye no solo la comunicación verbal, sino ver más allá, para identificar los otros elementos que también hacen parte de esa comunicación como: los sentimientos, las emociones que surgen, ideas y pensamientos. Es prestar atención plena de manera consciente, para poder identificar correctamente el mensaje que el locutor intenta trasmitir.
Durante muchos años se asumió que la persona que escuchaba se desempeñaba como el actor pasivo del dialogo, mientras el locutor tomaba la parte activa. Así, con el tiempo y a través de varios estudios en el campo de la comunicación, se ha dado un vuelco en cuanto a esta creencia, pudiendo verificar que la escucha también puede ser un proceso activo si de desarrolla adecuadamente. Por este motivo nace el término de escucha activa.
Cuando practicamos la escucha activa, las interpretaciones personales no tiene lugar, nos dedicamos exclusivamente a escuchar con atención plena lo que la otra persona nos comunica, para entender su punto de vista.
Aprender a desarrollar la escucha activa requiere de mucha práctica, pero con tiempo y paciencia podrás hacerlo adecuadamente. A continuación algunos elementos esenciales a tener en cuenta para mejorar esta habilidad.
Elementos para mejor la escucha activa
Evita interpretar
Sé que cuesta y mucho. Estamos acostumbrados a interpretar más que a escuchar. El primer paso para ser un buen receptor, es evitar que la información pase por nuestro filtro personal. Hay que aprender a tomar las cosas tal como vienen y entender que lo que la otra persona dice. Aunque claro está que la persona que trasmite la información necesita ser clara y concisa. Esto suele ser más trabajoso para las mujeres, que en ocasiones damos vueltas y vueltas en un asunto y al final no se dice lo que se quiere. Desde aquí una invitación a las chicas a intentar ser más directas.
Atención plena
Esto se resume en concentración. Estar presente en la conversación. Intenta que nada más capture tu atención. En una conversación intervienen mínimo dos personas y nada más incómodo que intentar trasmitir un mensaje y que este no sea escuchado. Escucha con la atención que te gustaría recibir.
Observar es la clave
El lenguaje corporal juega un papel muy importante, el 70% de nuestra comunicación es corporal. Expresamos más con el cuerpo que con palabras. El movimiento de las manos, gestos en el rostro, posición del cuerpo, el enfoque de la mirada, todo ello hace parte del lenguaje no hablado. Cuando lo aprendes a observar captas eficientemente el mensaje real. Al buen observador nada se le escapa.
Aprende a interpretar los silencios
El silencio también hace parte de la comunicación y aporta mensajes importantes. Quien no ha experimentado que un silencio diga más que mil palabras. Toma en cuenta esas pautas que se presentan en la conversación, para descifrarlas adecuadamente.
Preguntar para entender mejor
Es una buena manera de clarificar la información. Si tienes alguna duda o algo no queda totalmente claro, lo mejor es encontrar el momento adecuado y hacer la pregunta correspondiente. No aclarar tus dudas suele ser la consecuencia de muchos malos entendidos. Esto ocurre con más frecuencia de lo que imaginamos.
Empatía y respeto
Estar abierto a la conversación. No se trata de estar de acuerdo con todo lo que se escucha, pero sí de mostrar respeto y empatia hacia la persona que habla. Podemos validar la información y cuando llegue el momento mostrar nuestra opinión al tema,con respeto. Una actitud cerrada evita el correcto flujo de la comunicación. Es necesario entender que cuando mantienes un dialogo no se trata de tu interpretación personal , sino de cómo esa persona percibe su entorno. Así que, estés de acuerdo o no con lo que la otra persona dice igualmente se amable. Adoptando esta actitud siempre tendrás conversaciones exitosas.
Factores que indican una incorrecta escucha
- Terminar o interrumpir repetidas veces la conversación.
- Escuchar para responder y no para entender.
- Distraerse con elementos ajenos al tema que se está ejecutando.
- Hacer gestos de desaprobación.
- Tomar lo que el locutor dice de manera personal.
- Generar juicios anticipados sin haber escuchado por completo el dialogo.
Aprender a escuchar no es algo que se nos enseñe comúnmente. Crecemos pensado que sabemos escuchar pero, ¿en realidad lo hacemos? No es hasta cuando conocemos qué es la correcta escucha, cuando empezamos a darnos cuenta que hace falta poner un poco más de esfuerzo en ello, para mejorar esta valiosa habilidad.
«Saber escuchar es un arte maravilloso, anímate a ponerlo en practica».