Adiós querido miedo
Descubrí que temía a mi luz,
Era mi luz mi mayor temor,
Mi constante miedo a brillar hacia que me escondiese detrás de mis tinieblas,
Soñaba con mostrarme pero al mismo tiempo mis miedos me noqueaban sin parar,
Añoraba en silencio compartir parte mí con otros pero, ¿Cómo hacerlo posible?
Esta pregunta calo dentro de mí, ¿Es acaso posible brillar teniendo miedo? ¿Cómo salir de este bucle?
Al principio parecía una tarea heroica y llena de mucho esfuerzo,
Luego pensé y si solamente me dejo llevar y soy simplemente yo,
¿Qué pasaría si solo fluyo con lo que soy?
Si, allí estaba la clave dejarme SER,
Retomar todo el poder puesto en expectativas de terceros que no iba a poder cumplir,
Esto último era lo que había estado confundiéndome,
Fue entonces cuando le dije a mí miedo:
Querido miedo gracias sé que querías protegerme, pero no puedo seguir ocultándome, tú cura ha estado matándome y apagándome lentamente,
Gracias, pero se cuidar de mí, confió en que siempre estoy a salvo y si acaso llegase a estar en peligro sabré como proceder,
Hemos sido compañeros por mucho tiempo, pero no es sano dejar de vivir, no es sano restringirme y encerrarme para evitar ser lastimada,
Suelto tu mano, me libero, camino con libertad, determinación y valentía,
Porque sé que ahora es mi luz quien me guía.